Como trabajadores, estudiantes y ciudadanos del mundo, tenemos el poder de detener la guerra negándonos a trabajar y gastar. Una Huelga Mundial por la Paz es una resistencia no violenta a gran escala: cuando hacemos huelga, las economías se tambalean, obligando a los gobiernos a escuchar. A diferencia de las protestas puntuales, las huelgas mundiales continuas crean una presión continua, lo que las hace mucho más poderosas. Al mantener la disrupción del capital y el trabajo, hacemos imposible ignorar nuestras demandas. Así es como acabamos con el genocidio, la ocupación y la guerra: no con súplicas, sino con la fuerza económica colectiva. La huelga es nuestro derecho, nuestro deber y nuestra arma más eficaz para la paz.

Los objetivos de la Huelga Mundial por la Paz

**Alto el fuego y acción humanitaria inmediata**  

Exigimos un **alto el fuego** inmediato y el cese total de las hostilidades en Gaza y Palestina. La comunidad internacional debe actuar de inmediato para garantizar el acceso sin restricciones a **alimentos, ayuda humanitaria y suministros médicos** para todos los civiles afectados.  

**Apoyo médico y de trauma**  

Se necesita urgentemente un despliegue a gran escala de **equipos médicos de emergencia, especialistas en trauma y equipo vital** para salvar vidas y curar a los heridos.  

**Una Palestina libre y un futuro sostenible**  

Debe haber **cooperación internacional** para garantizar un Estado palestino viable e independiente, con soberanía, dignidad y justicia en el centro de una paz duradera.  

**La paz del mundo depende de la justicia en Palestina**  

La verdadera estabilidad global no puede existir sin **libertad para Palestina** y el fin de la opresión en el Medio Oriente.